Alcalá de Guadaíra lleva para su aprobación al Pleno el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (PACES)
Una hoja de ruta imprescindible que se alinea con el Pacto de los Alcaldes, la mayor iniciativa europea de acción climática que ha sido elaborado tras un diagnóstico exhaustivo del impacto del cambio climático en la ciudad
Fecha: 18/11/2025
Alcalá de Guadaíra lleva hoy para su aprobación al Pleno de la ciudad el Plan de Acción por el Clima y la Energía Sostenible (PACES), una hoja de ruta imprescindible que nos alinea con el Pacto de los Alcaldes, la mayor iniciativa europea de acción climática, tal y como ha explicado la delegada de Monumento Natural, Medio Ambiente y Sostenibilidad, Luisa Campos. “Este compromiso nos exige reducir las emisiones de gases de efecto invernadero un 40% para 2030. Aumentar nuestra resiliencia y garantizar una energía sostenible y accesible para toda la ciudadanía”.
El PACES es un documento sólido, elaborado tras un diagnóstico exhaustivo del impacto del cambio climático en la ciudad. Dicha valoración identifica riesgos como el incremento de temperaturas, sequías más intensas, irregularidad hídrica y episodios de inundabilidad en zonas próximas al Guadaíra, elementos que obligan a actuar desde ya para proteger nuestro entorno, nuestra salud y nuestros espacios urbanos.
El plan se estructura en tres grandes programas. El primero de ellos es la mitigación y transformación energética. Es el bloque más robusto del PACES, con 25 medidas y cuyo objetivo es reducir las emisiones y acelerar la transición hacia un modelo energético más eficiente y renovable. Estas medidas permitirán una reducción estimada de 665.279 toneladas de CO₂, un ahorro energético superior a los 7 millones de MWh y una producción renovable de más de 3.800 Mwh. Incluye líneas de actuación en edificios municipales, movilidad urbana, generación renovable local, residuos y eficiencia energética, aplicando criterios de sostenibilidad en las nuevas construcciones y rehabilitaciones, en la movilidad activa y en la planificación urbana futura.
El segundo, es la adaptación al cambio climático. Este bloque recoge medidas para proteger a la ciudad de los efectos ya inevitables del calentamiento global: calor extremo, lluvias torrenciales, sequía y riesgos asociados. Entre ellas, destacan, los protocolos municipales frente a temperaturas extremas, con especial atención a la población vulnerable.
La creación de zonas climáticas con sombreado, vegetación y sistemas de enfriamiento natural en espacios públicos, para mejorar el confort y reducir la sensación térmica en olas de calor. La gestión eficiente del agua y del riego en zonas verdes, con tecnologías inteligentes y planes formativos para mejorar la eficiencia hídrica del municipio. El análisis del impacto del clima en fiestas populares y actividades culturales para adaptar fechas o condiciones ante veranos cada vez más extremos.
El río Guadaíra y sus riberas son un elemento clave en este plan: tiene valor ecológico muy importante, pero presenta riesgo de inundaciones en tramos urbanos e irregularidad hídrica que supone un descenso del caudal del río. Con estas actuaciones se fortalecen la resiliencia del territorio ante riesgos climáticos presentes y futuros. Y por último, la comunicación, educación y participación. El PACES integra un programa específico orientado a la sensibilización ciudadana, formación del personal técnico, creación de espacios de participación y lucha contra la pobreza energética, fundamentales para implicar a toda la sociedad en la acción climática local.
Luisa Campos ha manifestado que “el PACES es un plan ambicioso, realista y alineado con la estrategia climática europea. Aporta indicadores de seguimiento, programación temporal y posibles vías de financiación, convirtiéndose en una herramienta esencial para transformar Alcalá de Guadaíra en una ciudad más sostenible, resiliente y saludable”.
Ha continuado diciendo que “hoy con su aprobación, reafirmamos nuestro compromiso con un futuro más seguro, más eficiente energéticamente y respetuoso con el entorno”. “Damos un paso clave no solo para cumplir con Europa, sino para proteger nuestro patrimonio natural, mejorar la calidad de vida de nuestros vecinos y garantizar una Alcalá preparada para los desafíos del presente y del futuro”, ha concluido.