Alcalá amplía su dotación de espacios para la convivencia y el ocio. El Parque Federico García Lorca en el barrio de Rabesa ofrece 20.000 metros cuadrados de espacios abiertos cargados de posibilidades para el disfrute de los ciudadanos. Un enclave con espacios verdes, áreas para juegos, senderos para el paseo, lugares para multiactividades. Un lugar para llenarlo de vida.

La apertura de este espacio, fue una demostración de sus posibilidades. El parque se llenó de vida en una fiesta en la que los vecinos del barrio y los alcalareños hicieron suyo este espacio. Hubo clases de zumba, actuaciones musicales con artistas de Alcalá y del propio barrio de Rabesa, talleres para niños, un quiosco de Emasesa para concienciar sobre el uso del agua, carpas donde aprender sobre la historia de Alcalá, entre otras.

En la convivencia organiza en este espacio estuvo presentes la alcaldesa de Alcalá, Ana Isabel Jiménez, junto a miembros de su Equipo de Gobierno y de la corporación municipal. La alcaldesa destacó las posibilidades de una dotación urbana que supone una gran transformación para el barrio, que se completa con la mejoras urbanas realizadas en el entorno. El atractivo de la zona hará al mismo tiempo que el parque García Lorca sea un foco de atracción para vecinos de toda la ciudad.

La dotación del parque se completa con el nuevo alumbrado, mobiliario urbano, así como con los espacios verdes que se han creado. Ya están sembrados más de 60 árboles nuevos y en los próximos meses podrán verse crecer las plantaciones realizadas en las laderas del parque entre las que abundarán las especies aromáticas.

Entre proyecto se enmarca en la línea ‘Alcalá, Social, Inclusiva y Solidaria’ de la Estrategia de Desarrollo Urbano Sostenible e Integrado (EDUSI) Alcalá 2020, por lo que la iniciativa, con un total de 749.431,81 euros, cuenta con la cofinanciación al 80 por ciento del Fondo Europeo de Desarrollo Regional (FEDER) en el marco del programa operativo plurirregional de España 2020.

En cuanto a la estética visual se ha intervenido en los desniveles de la zona mediante la creación de taludes ajardinados y una mayor accesibilidad para toda la ciudadanía integrando dos conceptos: una zona más urbana con una plaza corredor que una los barrios con pavimentos ecológicos y de transición que permitan crecer el césped a través de ellos, con praderas y vegetación más ornamental, y otra parte más novedosa donde se fomente la pradera silvestre, el paisaje mediterráneo y las especies autóctonas más sostenible y resistente a nuestro clima habitual con un entramado de senderos que los recorran.